Por: Cristóbal Rodillo, CEO & Founder de Prozer.
Durante años, la palabra "chatbot" ha sido sinónimo de frustración. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado atrapados en interminables árboles de decisión, con respuestas que no resuelven lo que necesitamos y, peor aún, nos hacen sentir que estamos perdiendo el tiempo? Este tipo de chatbots, lejos de ser verdaderos "bots", funcionaban bajo reglas predefinidas que no podían adaptarse a nuestras preguntas ni ofrecer soluciones personalizadas.
Sin embargo, hoy estamos ante una nueva era, impulsada por la inteligencia artificial (IA). Los asistentes virtuales actuales ya no se limitan a opciones rígidas, sino que entienden el lenguaje natural y adaptan sus respuestas en función del contexto. Estos nuevos bots no sólo resuelven problemas en tiempo real, sino que también aprenden y mejoran continuamente, liberando a los ejecutivos de tareas repetitivas y permitiéndoles enfocarse en asuntos más complejos, generando valor y potenciando su desarrollo profesional.
Hoy me pregunto… ¿Deberíamos seguir llamándolos "chatbots"? El nombre ha quedado impregnado con las frustraciones del pasado, pero quizás, a medida que más empresas adopten esta nueva tecnología, logremos darle un renacer al término. Tal vez, con el tiempo, "chatbot" sea finalmente asociado a bots realmente inteligentes y eficientes, aquellos que entienden, resuelven y generan una experiencia positiva para el usuario.
Después de todo, los antiguos chatbots tenían muy poco de "bot". Eran simples árboles de decisión disfrazados de tecnología avanzada. Pero hoy, gracias a la IA, estamos mucho más cerca de cumplir la promesa de una atención automatizada que realmente funciona. Es posible que el término "chatbot" recupere su lugar y sea sinónimo de soluciones inteligentes, siempre y cuando la tecnología continúe acercándose a las personas y mejorando sus experiencias.
El único desafío que queda por resolver es cómo cambiar la percepción del término "chatbot". Quizás sea momento de rebautizar estos sistemas para que el simple hecho de escucharlo no cause dolor de estómago, sino que se convierta en sinónimo de eficiencia y satisfacción. Mientras tanto, los asistentes virtuales inteligentes están aquí para quedarse, y su impacto en la atención al cliente está transformando la manera en que las empresas se relacionan con sus usuarios.
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