Asegurar la entrega y no dejar un solo espacio a la falla es uno de los objetivos fundamentales frente a una de las fechas más importantes del comercio. Carlos Díaz, General Manager de DispatchTrack Latinoamérica, entrega una serie de recomendaciones para potenciar la experiencia de compra y venta durante esta temporada de gran demanda.
De acuerdo con proyecciones de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), las ventas online, incluyendo bienes y servicios, podrían superar los US$ 11.000 millones al cierre del año, con un crecimiento en torno al 8 %, que superaría con holgura la expansión esperada para el comercio físico, en torno al 3 %. Entre los hitos más importantes del comercio electrónico cada año está el Día del Padre. Desde regalos tradicionales como ropa, calzado, libros y artículos electrónicos, hasta experiencias personalizadas como cenas y viajes en familia, esta fecha impulsa significativamente las ventas, por lo que pequeños y medianos empresarios, así como las grandes cadenas, se preparan no solo con ofertas especiales y promociones, sino también para responder a la necesidad de las compras de última hora.
Las entregas express en estas fechas son un elemento que no puede fallar. Por ello, las empresas enfrentan una serie de desafíos logísticos que pueden afectar la eficiencia de sus operaciones y la experiencia del cliente. “Uno de los problemas principales es la gestión en los picos de demanda, lo que puede provocar retrasos en la entrega de los pedidos y una capacidad insuficiente para satisfacer todas las solicitudes de los clientes. Lo cual genera frustración entre los consumidores y puede dañar la reputación de la marca”, afirma Carlos Díaz Ojeda, General Manager de DispatchTrack Latinoamérica.
Uno de los retos más grandes en este período de alto volumen de ventas es la coordinación de las rutas de entrega, para evitar una distribución ineficiente de los productos y un aumento en los costos operativos. La falta de visibilidad en tiempo real sobre el estado de los envíos también puede dificultar la toma de decisiones y la resolución rápida de problemas, lo que contribuye a una experiencia deficiente para el cliente.
Por ello, DispatchTrack entrega estas recomendaciones para optimizar la experiencia de compra y ser buenos aliados de las y los compradores de última hora.
Optimizar los procesos en los centros de distribución para mejorar la rapidez y precisión en el manejo de productos. Esto incluye la planificación estratégica de rutas de entrega con ajustes en tiempo real.
Mantener un control regular del inventario para evitar la escasez o el exceso de productos en el almacén.
Proporcionar información en tiempo real sobre la ubicación y estado de los pedidos para aumentar la confianza del cliente.
Realizar pruebas regulares y actualizaciones en el sitio Web para prevenir errores técnicos y garantizar un funcionamiento óptimo.
Ofrecer asistencia y atención personalizada a los clientes para resolver dudas, problemas o consultas relacionadas con sus compras.
Mejorar los servicios posteriores a la venta, como la garantía y el soporte técnico, para fortalecer la relación con los clientes y fomentar la fidelidad a la marca.
“El uso de tecnología de logística de última milla puede ayudar a las empresas a superar los desafíos logísticos asociados a fechas especiales al mejorar la eficiencia operativa, aumentar la visibilidad en tiempo real y garantizar una experiencia de entrega excepcional para el cliente. Esto no sólo ayuda a proteger la reputación de la marca, sino que también puede impulsar el crecimiento y el éxito a largo plazo del negocio”, puntualiza Díaz, de DispatchTrack.
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