Columna de Opinión: Nathalie Navarro, Médico Psiquiatra y directora Médica de Grupo Cetep - Sede Concepción.
En este 4 de febrero, el Día Mundial Contra el cáncer, es importante recordar que el cáncer es una enfermedad que no sólo afecta a los pacientes, sino también a aquellos que están a su lado: los cuidadores y familiares cercanos.
En Chile, el 70% de las personas con algún grado de dependencia son cuidados por una mujer. Así se expuso en el Encuentro Nacional de la Fundación ICare y el Ministerio de Desarrollo Social. Los cuidadores primarios, así como los familiares, desempeñan un papel crucial en el tratamiento del cáncer. Su responsabilidad va más allá de la asistencia física, ya que también proporcionan apoyo emocional, ayudando a manejar la incertidumbre y, en muchos casos, a tomar decisiones importantes en torno a la enfermedad.
Sin embargo, esta responsabilidad puede generar una gran presión, dando lugar a lo que se conoce como “el síndrome del cuidador”. Estrés, ansiedad, soledad, falta de energía y preocupación constante, son parte de las características de un síndrome que impacta fuertemente en quienes deben enfrentar tareas de cuidado, desatendiendo sus necesidades personales y sociales.
Aquí es donde el acompañamiento terapéutico y la contención de sus cercanos, se transforman en un herramienta fundamental para recuperar su propio bienestar. Precisamente, la terapia y la incorporación de hábitos de autocuidado, pueden ser claves para manejar el estrés, establecer límites y gestionar adecuadamente la alta exigencia emocional.
En el Día Mundial Contra el Cáncer, es importante recordar que cuidar de uno mismo no es un acto egoísta, sino una necesidad. Un cuidador saludable puede proporcionar un mejor apoyo, sin sobrepasar los límites.
Si eres cuidador, recuerda: está bien pedir ayuda. Prioriza tu vida personal, protege espacios para socializar y cuida tu salud mental, siempre. Cuidándote cuidas mejor de otros..
¡Y recuerden #ConversarDeSaludMental puede salvar vidas!
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