Los incendios en Chile son algo habitual del verano, no obstante eso no nos hace aun tomar conciencia a todos de su poder.
Con las altas temperaturas que hay en el verano de Chile cercanas y superiores a los 35 grados, el pasto seco, las extensas plantaciones forestales y el viento forman el coctel perfecto para los incendios. Ayer esto dejo de ser un tema lejano, para ser una realidad muy cercana para nuestros vecinos y nosotros.
Año a año tratamos de cortar el pasto y limpiar para evitar riesgos, algunos años lo hacemos mejor que otros, pero tratamos de hacerlo. Este año se hizo, pero definitivamente nos falto, porque por mucho que uno cuide, la prevención es una tarea de todos. En nuestra comunidad uno no lo hizo, ya hace algunas semanas hubo un amago dede incendio en su terreno, pero la situación no cambio mucho.
Ayer en la tarde comenzo el fuego, arrasando con el pasto fácilmente y avanzando de la mano del viento. Todo podria haber sido como la semana anterior, pero no, el viento aumento y las llamas se descontrolaron. Bomberos, brigadistas, vecinos y carabineros ayudaban a contener el fuego, no era tarea facil, pero daban de si lo mejor. Arboles ardian y el pasto prendia rapidamente, se acercaba peligrosamente a las casas y todos trataban de evitar que siguiera avanzando, porque muchas familias viven en las cercanias.
En plena madrugada y gracias al trabajo de todos pudieron contener y despues controlar el fuego. Aun hay algunos pequeños focos, pero al parecer lo peor ya paso. Esta vez tuvimos suerte, pero ¿lo tendremos una siguiente?.
En Chile año tras año, muchas personas sufren desgracias familiares y materiales por los incendios. Muchos de los cuales comienzan directamente por acción humana. Muchos recuerden por ejemplo al Super Tanker y los litros de agua que liberaba para apagar los incendios, mas estoy seguro nadie recuerda el nombre de los afectados en ese siniestro. La prevención es un trabajo de todos, no solo una labor de pocos.
Todos los años los gobiernos de turno no hablan del riesgo del fuego, pero al parecer no todos tomamos conciencia. Fogatas mal apagadas, colillas de cigarro, botellas de vidrio, no cortar el pasto seco, son solo algunos de los factores que propician un incendio. Ademas si sumamos las personas que disfrutan iniciando el fuego, sin tener un ápice de empatia o conciencia del riesgo que eso con lleva, vamos por mal camino.
Como reflexión final me saco el sombrero ante los bomberos, brigadistas y carabineros de Chile. Quienes siempre estan cuando uno los necesita, tantas veces subvalorados inmerecidamente que sobrecoge. Ellos ponen su cara al peligro y estan ahi literalmente donde las papas queman, mientras muchos tras su pantalla desprecian su labor, la que es fundamental. Cuidemos nuestro entorno, el medio ambiente, nuestros compatriotas, sus vidas, y no pongamos a arder el país, que en lo que queda de verano no suframos mas desgracias.
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