Siempre disponibles, sin polémicas y listos para interactuar: los influencers virtuales son la nueva tendencia en la publicidad. Nicolás Silva, director de Tecnología de Asimov Consultores, explica cómo funcionan estos avatares hiperrealistas que generan impacto a nivel mundial.

La expansión de las redes sociales es todo un fenómeno y sigue en crecimiento. Según estimaciones del portal alemán Statista, a nivel mundial el número de usuarios mensuales activos de esas plataformas se situó por encima de los 5 mil millones en 2024, siendo las favoritas del público (en orden) Facebook, Youtube, WhatsApp, Instagram y Tiktok.
En esa línea y producto del contexto, es que han surgido nuevos modelos de negocio en la publicidad, como es la irrupción de los "IA-fluencers”, embajadores virtuales que varias marcas han comenzado a utilizar de manera global para promocionar sus productos, entre ellas Prada, Chanel, Red Bull, Calvin Klein, Tinder, Samsung y Balmain, solo por mencionar. Pero, ¿quiénes son los “IA-fluencers”?
Nicolás Silva, director de Tecnología de Asimov Consultores, explica que se trata de personajes digitales cuyo objetivo es imitar a los influencers reales con la diferencia que no se cansan, no hacen escándalos y generan contenido siempre alineado a las marcas. “Se pueden controlar y esa es su gran garantía. Sin ir más lejos, por ejemplo, un informe de la Unesco detectó que actualmente dos tercios de los creadores reales de contenido no verifican la exactitud de su material”, menciona el ejecutivo de la compañía que desarrolla software, apps móviles e inteligencia artificial para el sector público y privado.
Silva aclara que el proceso de creación de los “IA-fluencers” parte con un software que emplea inteligencia artificial para la generación de modelos realistas de personas ficticias con apariencias físicas detalladas y realistas. Luego, estos avatares son potenciados con algoritmos entrenados para imitar emociones, gestos y hasta conversaciones espontáneas.
El profesional, quien es ingeniero civil de la Universidad de Chile y máster en TI de la Universidad de Carnegie (USA), añade que estas propuestas combinan modelos hiperrealistas, deepfakes y procesamiento de lenguaje natural para generar interacciones. “Estos pueden conversar con sus seguidores, reaccionar a tendencias y hasta protagonizar campañas publicitarias. En este caso, los deepfakes juegan un rol clave en esta ecuación, ya que permiten generar videos y audios que parecen completamente reales”, indica.
Igualmente, uno de los puntos más discutidos en la sociedad es si estos personajes pueden realmente conectar con la audiencia de forma emocional. "Sí, es posible, especialmente cuando el personaje virtual tiene una personalidad entretenida y bien definida. Ahora bien, el éxito de todo influencer virtual dependerá de si fue o no elaborado con la información adecuada”, advierte el ingeniero.
En Chile, la tendencia es reciente y con pocos casos. No obstante, el formato se podría adaptar con éxito al mercado y en un futuro no tan lejano. “Una reciente encuesta del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) reveló que 70% de la población local prefiere informarse a través de redes sociales, superando el 68% que aún recurre a la televisión. Este favoritismo sin duda demuestra que las reglas del juego están cambiando y que esto tiene buen pronóstico”, comenta Nicolás.
Los expertos en tecnología coinciden que los “IA-fluencers” podrían volverse aún más realistas gracias al metaverso. Por ahora, la última palabra la tiene la audiencia: ¿seguirán confiando en los influencers virtuales o preferirán la autenticidad de una persona real? "Estamos ante un cambio de paradigma en el marketing digital. La clave será encontrar el equilibrio entre innovación, transparencia y la necesidad de los consumidores de conectar con algo que perciban como auténtico", concluye Silva.
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